Problemas de sueño infantil

Últimamente me encuentro con muchos padres que me comentanque sus hijos no duermen bien: se despiertan, tienen sueños agitados, lescuesta coger el sueño,…. Para ellos, mi pregunta es siempre es la misma:

-¿Qué tal fue el parto de su hijo?

Generalmente, en el 90% de los casos, la respuesta es quehubo alguna complicación en el mismo: utilizaron fórceps, ventosas, cordónumbilical enrollado, sufrimiento fetal, etc….

Todo este tipo de problemática en el parto genera lesionesen las articulaciones del cráneo del niño, que con el paso del tiempo se puedenmanifestar con alteraciones del sueño. Cuando un niño no duerme bien, hay quesospechar generalmente de que existan de fondo lesiones craneales osteopáticas.

Lógicamente, la mejor técnica para corregir estas lesioneses, sin duda, la Osteopatía Craneal.



Posiblemente, muchos de vosotros ya la conozcáis, e inclusola hayáis utilizado. Tengo que contaros, que la efectividad de esta técnica osteopáticaen trastornos del sueño es muy alta y, además se nota desde la primera sesión.  Es muy común la llamada de los padres al díasiguiente de la sesión comentándome que esa misma noche el niño ha pasado suprimera noche completa de sueño.

Para la que no la conozcáis, es una técnica nada agresiva nidolorosa, de hecho, muchos niños se quedan dormidos y altamente relajados en lacamilla mientras están siendo sometidos a la técnica.

Consiste, básicamente, en manipular y corregir lasarticulaciones de los huesos de cráneo lenta y suavemente.  Las sesiones vienen a durar entre 30-45minutos dependiendo de la edad del niño y se necesitan, en los niños, alrededorde una sesión por año de vida aproximadamente.

Esta técnica también se usa en adultos ya que descarga delmismo modo mucha tensión emocional y corrige miedos, fobias y terroresnocturnos. Cada vez se utiliza más en personas que están depresivas y quearrastran complejos y problemas emocionales de toda índole. Es un complementomás a los posibles tratamientos médicos y psicológicos existentes.

Por último, deciros también que podemos ayudarnos, parainducir al sueño, con los aceites esenciales. Sobre todo el de lavanda,mandarina roja y naranja. La forma de uso sería poniendo un poco  de alguno de estos aceites en un pañuelo ymeterlo debajo de la almohada. También cabe la posibilidad de esparcirlos en elambiente con un difusor.

Espero que os haya gustado el artículo de hoy y sobre todoos dé otra visión y puntos de vista distintos a los ya conocidos y clásicos. Esaes mi intención. Existen muchas otras alternativas que no por ser menos conocidasno dejan de ser iguales o más efectivas que las clásicas.

Un saludo para todos.

Luis MiguelLara.
Osteópata.
Centro Técnicas Manuales, Naturales y Quiromasaje.
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